Mapa digital de datos climáticos

Datos disponibles:

Ejemplos de datos disponibles para toda España:

• Altimetría: Contamos con la altura sobre el nivel del mar.
• Precipitaciones: Datos sobre precipitaciones máximas, mínimas y anuales.
• Temperatura: Datos de temperaturas máximas, mínimas y anuales.
• Viento: Datos sobre la velocidad máxima y media.
• Inundaciones: Contamos también con mapas de áreas de riesgo de inundaciones, y tanto para ríos, como arroyos y zonas costeras.
• Incendios: Tenemos datos sobre incendios forestales que se han producido en el pasado y del nivel de riesgo de incendios basado en el tipo de vegetación y nivel de precipitación.

Niveles geográficos:

Disponemos de todos nuestros datos climatológicos a todos los niveles administrativos, desde provincias hasta secciones censales, pasando por el nivel de los códigos postales. También disponemos de los datos a su nivel original, por ejemplo las estaciones meteorológicas y red de puntos de altimetría. Para usar los datos originales usamos diferentes metodologías de interpolación de éstos.

Uso de los datos:

Sectores como seguros, construcción, infraestructuras, ingeniería, medio ambiente o eficiencia energética son algunos de los grandes beneficiados en la digitalización y mapificación de datos climáticos.

Sostenibilidad:

El cambio climático hace que estemos en un punto crucial para que éste sea sostenible a medio y largo plazo. Por ello es fundamental contar con todos los medios disponibles para la toma de decisiones que van a condicionar la sostenibilidad de nuestro planeta. Si bien es cierto que las administraciones públicas cada vez están más concienciadas en este ámbito a nivel internacional, las empresas privadas disponen también cada vez de más medios para sumarse a la toma de decisiones estratégicas en relación con el clima.

Asunción de riesgos:

Siempre que se planea la ejecución una obra de ingeniería o construcción, los datos climáticos son de vital importancia para calcular qué riesgos se asumen en su acometida y en su posterior viabilidad y mantenimiento en el tiempo. Un mapa temático digital de riesgo de inundaciones en una zona crítica, por ejemplo, nos ayudará a decidir en qué zona acometer una obra minimizando riesgos a medio y largo plazo.

Cálculo de cuotas de primas de riesgo:

Las compañías de seguros calculan las cuotas de sus primas en función del riesgo asumido. En los seguros de hogar, por ejemplo, es muy importante saber cómo es la zona en la que está ubicado un bien inmueble, su altura y otros para poder ajustar la prima al nivel de riesgo según su perfil climático.

Transición energética:

En planificación urbana o para decidir dónde poner molinos de viento, que tipo de calefacción ponemos en nuevas promociones, como calentamos el agua o si es amortizable el uso de placas solares.

Todas ellas son decisiones relacionadas con la climatología del punto concreto del proyecto que tengamos entre manos. Y es fundamental saber con precisión el clima que hay en la zona para optimizar al máximo la eficiencia energética a corto, medio y largo plazo.

Un caso real:

Un ejemplo claro, entre muchos, puede ser el sector de la construcción. Según los requisitos de los objetivos de Ahorro de Energía, el Ministerio de Fomento ha creado zonas climáticas sobre diferentes niveles de aislamiento térmico, obligando a adaptarse a los requerimientos de aislamiento de la zona en la que se construya.

Por tanto, todas las empresas del sector están obligadas a estar al corriente de las zonas climáticas. En GeoTáctica ya hemos añadidos las zonas climáticas a nivel de códigos postales.

El valor:

Las decisiones que tomemos ahora van a condicionar nuestro futuro como nunca antes. Debemos tomar cada decisión relacionada con la climatología de la forma más eficiente y sostenible posible, a todos los niveles y en todos los sectores.

Poder contar con un mapa digital que nos permita saber todos los factores climáticos de una determinada zona será crucial para hacer que cada decisión conlleve también la máxima sostenibilidad y optimización de recursos que afecten lo menos posible al medio ambiente.

Además, ayudará a muchas empresas a saber qué riesgos asumen con sus clientes y como cuantificar sus productos y servicios en función del clima.

Añade el componente climático a las decisiones de tu empresa en el día a día. Saldrá beneficiada tu compañía, tus clientes y también el planeta.